Actualizado Martes, 25-08-09 a las 11:35
Un antiguo mapa, pintado por indígenas mexicanos en el siglo XVI, se ha convertido en una pieza clave para conocer los viajes de los pueblos mesoamericanos desde su tierra originaria en Aztlán hasta América Central, según el doctor David Carrasco, de la Universidad de Harvard.
«Cinco años de investigaciones y escritos (de 2002 a 2007) por 15 eruditos en historia mesoamericana demuestran que este documento, el Mapa de Cuauhtinchán 2 (MC2), con más de 700 imágenes a color, revela algo así como la Odisea y la Ilíada de Meso-América», dijo a Efe Carrasco en una conversación telefónica.
«Este mapa revela las historias sagradas, las peregrinaciones, las guerras, la medicina, las plantas, los matrimonios, los rituales y los héroes de la comunidad de Cuauhtinchán, es decir, el Lugar del Nido del Águila (hoy en el estado de Puebla, México)», agregó.
El Mapa de Cuauhtinchán mide 109 por 204 centímetros y se pintó sobre papel amate, probablemente hacia 1540, sólo dos décadas después de la conquista española de México.
El propósito del documento parece que zanja una disputa entre los nativos y los conquistadores sobre la propiedad de las tierras en Cuauhtinchán y en zonas aledañas, como resultado del proceso de evangelización que comenzó a partir de 1527 y que se intensificó en 1530 con el inicio de la construcción del primer convento en esa localidad, que aparentemente llevó a desmantelar el templo indígena.
«La historia comienza en una ciudad sagrada bajo ataque y sigue con la gente de Aztlán que viene a rescatar a la ciudad y que comorecompensa recibe la licencia divina para viajar una gran distancia hasta encontrar su propia ciudad en la tierra prometida», explicó Carrasco. Esa ciudad sagrada y la tierra originaria de Aztlán estarían en lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos.
El documento permaneció en Cuauhtinchán hasta 1933, año en que pasó a un museo regional y más tarde a manos de un arquitecto. En 2001 la benefactora social Espinosa Yglesias adquirió el mapa y poco después contactó al Centro de Estudios Latinoamericanos en Harvard para averiguar quién podría analizar el mapa. Harvard eligió a Carrasco.
Un tesoro para los académicosEl resultado de los cinco años de estudios multidisciplinarios ha sido la publicación (en inglés) de un libro de 479 páginas, «La cueva, la ciudad y el nido de águila», que Carrasco editó junto a Scott Sessions.
Según Carrasco, MC2 enlaza a los chicanos «con las tierras donde tuvo lugar la lucha por la libertad y por los derechos ante la opresión».
El doctor Ramón Del Castillo, poeta y director del Centro de Estudios Chicanos en el Colegio Estatal Metropolitano de Denver (MSCD, por sus siglas en inglés), concuerda con Carrasco. «El Mapa de Cuauhtinchán ha revitalizado el concepto de Aztlán (como tierra original de los antepasados de los mexicanos) y esa idea ya no es un mito sino una realidad».
Junto con sus estudiantes y su equipo interdisciplinario, Carrasco continúa estudiando los objetos sagrados y las numerosas plantas que aparecen en el mapa.
«Este mapa es un tesoro para los académicos porque revela con esplendor artístico y en detalle la manera de vivir de una comunidad indígena que expresó su propia narrativa en medio de un serio conflicto social», concluyó.

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